EL
SENTIDO DE LOS MANDAMIENTOS ES EL AMOR Y EL SERVICIO A DIOS Y A LOS HOMBRES.
Sabemos
que hemos llegado a conocer a Cristo si guardamos sus mandamientos. Quien dice:
«Yo lo conozco», y no guarda sus mandamientos, miente; y la verdad no está en
él. Pero quien guarda su palabra posee el perfecto amor de Dios. En esto
conocemos que estamos en él. Quien dice que está siempre en él debe andar de
continuo como él anduvo. (1Jn 2, 3-6)
El
que por amor guarda los Mandamientos y camina en la Verdad que nos lleva a la
Libertad y a la Paz (Jn 8, 31- 32) Ese tiene fe, tiene vida, conoce y ama a
Cristo. "«Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor
de la Ley?» El le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con
toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento. El
segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la Ley
y los Profetas.»" (Mt 22, 36- 40)
¿Cómo vivió Jesús? Jesús vivió en la verdad, amando hasta el
extremo (Jn 13,1)
"Vosotros
sabéis lo sucedido en toda Judea, comenzando por Galilea, después que Juan
predicó el bautismo; cómo Dios a Jesús de Nazaret le ungió con el Espíritu
Santo y con poder, y cómo él pasó haciendo el bien y curando a todos los
oprimidos por el Diablo, porque Dios estaba con él."(Hch 10, 27- 38) Jesús
mismo se propone como modelo para guardar los mandamientos: "Como el Padre
me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis
mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los
mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amo"(Jn 15, 9- 10)
El quebranta uno de los diez mandamientos, peca, y el pecado
paga con la muerte (Rm 6, 23) Al entrar la muerte espiritual a nuestro corazón
se acaba la fe, la vida y la gracia de Dios. Quedamos vacios de Dios y de su
Amor. Jesús nos invita a cambiar la cara de la Ley mosaica por el yugo suave y
ligero que es el amor (Mt 11,29) Pero, no quita los diez Mandamientos que son
diez palabra divinas, salidas de la boca de Dios. Estos mandamientos
permanecen en la Nueva Alianza. Quien guarda los diez mandamientos puede
guardar el Mandamiento Regio de Jesús: "Os
doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he
amado, así os améis también vosotros los unos a los otros. En esto conocerán
todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los
otros.»"(Jn 13, 34- 35) El que ama no peca. "Si alguno dice: «Amo a
Dios», y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su
hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve. Y hemos recibido de él
este mandamiento: quien ama a Dios, ame también a su hermano." (1 de Jn 4,
20- 21) El amor nos hace ser responsables de nosotros mismo y para los demás, y
además, nos hace ser libres, con la libertad de los hijos de Dios, para ser
libres nos libertó Cristo Jesús (Gál 5, 1. 13)
El que guarda los mandamientos de la ley de
Dios no se hunde, no se aísla, sale de sí mismo para ir al encuentro de los
demás para servirlos, para intercambiar sus dones, sus palabras, sus
experiencias, su vida. Hace Comunión y Participación es un hombre en salida. El
amor es paciente, tolerante y servicial (1 de Cor 13, 4) El amor es manifestación
del servicio, está y camina en la verdad. Jesús nos diría: “eres de los míos.”
“Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando” (Jn 15, 14) “El que ama a
uno de estos pequeñitos, a mi me ama” (Mt 25. 40)
Jesús no exige lo que él no nos ha dado.
Primero nos libera para luego mostrarnos el camino que nos lleva a la
felicidad. "Entró de nuevo en la sinagoga, y había allí un hombre que
tenía la mano paralizada. Estaban al acecho a ver si le curaba en sábado para
poder acusarle. Dice al hombre que tenía la mano seca: «Levántate ahí en
medio.» Y les dice: «¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar
una vida en vez de destruirla?» Pero ellos callaban. Entonces, mirándoles con
ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al hombre: «Extiende la mano.»
El la extendió y quedó restablecida su mano. "(Mc 3, 1- 5) Mientras tenía
la mano tullida no podía servir, ahora libre y sano es un regalo de Jesús para
su familia, para su comunidad y para todos. El hombre fue creado para amar y
para servir.
La puerta de la felicidad se abre hacia fuera, hay que salir
para vivir de encuentros con la realidad: Dios y los demás. “Hay más felicidad
en dar que recibir”(Hch 20, 35) Palabras que pone san Pablo en la boca de Jesús.
El hombre es feliz cuando ama y su amor se manifiesta en el servicio. "No ha de ser así entre vosotros, sino que el que
quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que
quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que
el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida
como rescate por muchos.»"(Mt 20, 26- 38).
Dos mandamientos de Jesús son inseparables:
"Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y
decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los
pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Porque os he dado
ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros.
"(Jn 13, 13- 15) "Os
doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he
amado, así os améis también vosotros los unos a los otros. En esto conocerán
todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros.»" (Jn
13, 34- 35) En el amor y el servicio Jesús es nuestro modelo.
Teniendo presente las palabras de Jesús,
digamos entonces: Seamos serviciales y nunca serviles. El amor viene acompañado
de la paz y del gozo del Señor.
Publicar un comentario